viernes, 26 de agosto de 2016

¿Por qué la sabiduría está ligada a la Salvación del alma? (Parte III)


 2Timoteo 3:15  
Y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, 
Las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús.

        Estudiar la palabra de Dios es un privilegio fascinante para aquellos que han hallado en ella la verdadera fuente de la vida. La forma en la que el Señor dispuso toda la revelación de su mente, supone un esfuerzo consecuente en aquellos que la necesitan. Una persona cuando quiere agua la pide, pero el que la necesita se esfuerza por ella; de modo que, existe una diferencia muy marcada entre la actitud de aquellos que quieren la palabra de Dios y aquellos que la necesitan para vivir. No obstante, las escrituras están dispuestas de tal manera que solo el que las necesita para vivir las hallará en verdad.

El apóstol Pablo le escribe al joven Timoteo y en su declaración incluye elementos fundamentales entrelazados, pilares de la fe Cristiana; menciona las sagradas escrituras, menciona la sabiduría que es fruto del estudio consecuente, pero, aunque su fin es enfocar a la Salvación, sabe que sin fe es imposible alcanzarlo, ya que la Fe es un requisito indispensable para agradar a Dios. Esta fe salvadora tiene un solo y único fundamento; Cristo Jesús.

Si hay un concepto que ha sido maltratado, malogrado, tergiversado, doblado, molido y desintegrado, es esta cuestión de la Fe. En los años que tengo sirviendo al Señor y estudiando su palabra he oído cualquier cantidad de conceptos e interpretaciones de lo que significa la fe, pero ninguno es tan preocupante como el hecho de que se toma a la fe como algo místico, un concepto que identifica a algo inexplicable que solo los creyentes de verdad manifiestan. La fe es vista como un ingrediente más de la vida cristiana, que funciona en todo, es para todo, y ella misma lo es todo. Una fe sustentada en un limbo, carente de argumentos sólidos, coherentes y razonables. Se ve a la fe como si fuese algo, como si fuese un aire, un estado de la mente. Y nada de esto es en verdad la fe.

Un hermano muy querido, ilustraba estos errores de aplicación de la fe con la frase siguiente:

“Usar la fe para mis asuntos triviales de la vida en esta tierra es igual a utilizar un Jet para ir a comprar a la panadería”

Amados hermanos, la fe es mucho más de lo que pensamos, y sirve para mucho menos cantidad de cosas de las que hoy escuchamos.

Las escrituras declaran que la fe es “la certeza de lo que se espera y la convicción de lo que no se ve, (Hebreos 11:1). A simple vista y tomando este solo versículo aislándolo de su contexto, pareciera que los argumentos superficiales que existen hoy con respecto a la fe tienen asidero, pues el verso habla de estar seguro y esperar algo que no vemos pero que sabemos en nuestro interior y en nuestra visualización que vendrá, porque Dios es bueno con nosotros. Y es cuando escuchamos declaraciones como: “hermano tenga fe que Dios le va a dar el carro, la casa y todo le va salir bien”, “ore con fe hermano y se le dará el milagro, la biblia dice que si pedimos, él nos da”, “tengo fe en que Dios no nos va dejar sufrir la crisis”, “tenga fe como un grano de mostaza y todos sus problemas desaparecerán”; etc.  y es cuando nos encontramos montados en un JET para ir a comprar pan  a dos cuadras de la casa.

Pero, veamos que dice en realidad las escrituras;

            SI revisamos el contexto del mismo texto de Hebreos 11:1, notaremos que el versículo viene a desarrollar un concepto que fue presentado en versículos anteriores. En resumidas cuentas, vemos un contexto de padecimientos, está hablando de creyentes que fueron maltratados, insultados, privados de libertad y hasta despojados de sus bienes por causa de su fe, pero que con todo eso NUNCA DEJARON DE CONFIAR EN DIOS. El verso 10:36 es el que aterriza el contexto del discurso en torno a la fe, llamando a los creyentes a ser fuertes a pesar de las aflicciones y permanecer confiando en Dios para que le obedezcan y reciban LA PROMESA. De allí pasa ahora a detallar con la referencia bíblica cual es esa promesa, donde “el que ha de venir vendrá sin tardar”, y encontramos el famoso 10:38 “más el justo vivirá por fe”.

            Ahora bien, analizando el discurso posterior al verso 11:1, encontramos lo que llamamos “la galería de la fe”, una lista detallada de hombres que comprendieron el verdadero significado de la fe y valiéndose de ello fueron justificados ante Dios. Fíjese que ninguno de ellos salió como golpeando al aire, todos ellos tenían una palabra de Dios que sustentó su confianza (fe).

            Por otro lado, usted observará al escudriñar, que aun en los versos que anteceden a la definición general de la fe (11:1), hay argumentos probatorios de que la confianza (fe) que manifestaron los creyentes en el 10:34 estaba fundamentada en una palabra de Dios; pues, yo preguntaría ¿De dónde surgió la idea de que en el cielo tendrían algo mucho mejor y más duradero? (10:34), ¿de la nada?, NO!, eso surgió de la palabra de Dios. 

            De modo que, hasta en el mismo concepto universal que manejamos de la fe (Hebreos 11:1) observamos a la palabra de Dios sustentando esa fe, esa confianza. No existe tal cosa como una fe basada en sentimientos, pensamientos de hombre, misticismos y demás, la fe verdadera está fundamentada en todo lo que Dios Dice en su palabra. Es más, le puedo asegurar que cualquier tipo de fe que se pueda imaginar y que no esté fundamentada en la palabra de Dios, NO ES DE DIOS, puede ser suya o de alguien más pero no del Dios de la Biblia.

Veamos más de las escrituras.

Observe la conexión entre los siguientes versículos:

Heb 11:1   Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.

Rom 10:17  Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.

Rom 1:17  Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá.

Mat 4:4  El respondió y dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.

            La fe verdadera siempre está sustentada en la palabra de Dios. Tenemos fe porque primero escuchamos la palabra de Dios y creímos lo que dicen las escrituras. El cristiano verdadero vive de lo que sale de la boca de Dios, y lo que Dios dice es lo que produce la fe que dará vida a los Justos.

            Otro aspecto importante de la fe, tiene que ver con que ella sirve para una sola cosa, PARA SALVARNOS, de modo que:

·         La fe no sirve para tener milagros y sanidades, y en los casos en los que el Señor Jesús obró milagros en favor de los que manifestaron fe, veremos allí también manifestarse la obra Salvadora, porque la fe es salvadora.

·         La fe no sirve para levantarme el ánimo en las colas por café y harina, no sirve para pactar por mi milagro, no sirve para aplicarla a cuanta cosa suba de la mente humana, ella solo sirve para lo que sale de la mente de Dios, y estoy seguro por las escrituras de que en la mente de Dios lo que está es salvar.

·         La fe no me sirve para pedir y orar fervientemente con fe por cosas materiales y para acomodarme aquí en esta tierra, porque la fe es salvadora, y la salvación es fuera de aquí de esta tierra.

Un Versículo más;

Heb 12:2  puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.

        Jesús no solo genera la fe sino que es el único que le da consumación, es decir, el único que la completa, que le da razón de ser, el único que la activa para lo que fue creada, para Salvación, y Jesús mismo es la Salvación.

Finalmente, evaluando el uso y aplicación de la fe, bien vale preguntarnos:


  •     ¿Qué vale más?, ¿Ser prósperos en esta tierra o ser Salvos de la condenación

  •     ¿Qué vale más?, ¿tener milagros y sanidades o tener la vida eterna?

  •    ¿Qué vale más?, ¿tener manifestaciones y ministerios o alcanzar la salvación de nuestras almas?

Difícilmente veremos en la biblia que la Fe esta desligada de la palabra de Dios y es más difícil aun encontrar a la fe ligada a otras cosas distintas a la salvación.

            Por lo cual, Es pues la fe la certeza de lo que se espera y la convicción de lo que no he visto, pero que si he oído, y he creído, sustentado en la palabra de Dios. 

        Es así como encontramos que el Apóstol está en todo el sentido escritural de lo que Dios nos mostró para la fe, y le escribe a Timoteo en nuestro verso de estudio 2Timoteo 3:15 que la salvación es posible solo a través de la fe en Cristo Jesús, y que conocer esa fe verdadera, la que está fundamentada en lo verdadero y en lo eterno, pasa por un solo camino; ESCUDRIÑAR LA PALABRA DE DIOS.

            Timoteo ha sabido las sagradas escrituras desde su niñez, estas le dan toda la información necesaria para soportar la fe, y como las escrituras no hablan de más nadie que no sea de Jesucristo, entonces Timoteo está en el camino que lleva a la salvación.

Es así como, ineludiblemente la sabiduría de Dios está completamente ligada a la Salvación de nuestras almas.

            Le animo mi hermano, a que cambie su manera de pensar y la disposición de su corazón en cuanto a la fe, la palabra de Dios y las cosas de Dios. El evangelio y Salvación se reciben de forma gratuita pero ocuparnos en ellas demanda todo el esfuerzo, mayormente en permanecer en su palabra, conocerle y obedecerle en todo lo que dice.

            Muchas veces el error no está solamente en lo que se dice o se enseña, pues el error también está en HACER ENFASIS EN LAS COSAS QUE NO SON FUNDAMENTALES, pues, existen iglesias con pastores que dirigen la agenda espiritual de los creyentes en base a cosas segundarias, no construyen sobre el fundamento correcto de las disciplinas espirituales y los vemos promoviendo movimientos de oración, oración con fe con creyentes que no tienen idea de lo que dice la palabra de Dios sobre el tema, promoviendo talentos cuando ninguna de estas cosas ayudan a vencer la tentación. Los énfasis de la iglesia están a favor de los intereses personales del pastor. Verá un culto de adoración que dura tres horas, donde dos horas y media se van en todo lo demás pero la enseñanza de la palabra de Dios no excede de 30 minutos porque la gente se fastidia, se aburre, se levantan y se van, ¿Cómo se sustentará esa fe?, no se puede, no la hay. No son cristianos de verdad.  Allí es cuando el creyente sensible por su salvación abandona estos movimientos de perdición.

Continúa Parte IV


Escrito por: JuanDPierre

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