viernes, 20 de octubre de 2017

ICABOD... Siglo XXI. (Parte I)


Hermano, el ministerio no es un juego;
El hecho de que muchos ministros estén jugando al ministerio no significa que el ministerio sea un juego.

El mundo cristiano de hoy esta lleno de pastores, ministros y lideres que hacen gala de grandes ostentaciones ministeriales, se enorgullecen de tener tantos templos, tantos miembros, tantas iglesias, tantos "éxitos ministeriales", y "tantos años de ministerio", PERO, gran parte de estos (no todos), no se han dado cuenta de que han sido desechados por Dios a causa de su desobediencia. Lo que en principio fuera un ministerio guiado por el Espíritu Santo  ahora es la sombra de lo que una vez fue, y esto por causa de la desobediencia. 
De allí que muchos de estos preguntan ¿porqué a mi?, y encontramos que muchos de estos (no todos) realmente se encuentran viviendo las consecuencias de haber desechado la palabra de Dios para ahora seguir ministerios vacíos, llenos de carnalidad, mostrando los frutos evidentes de aquellos transgresores que hace ya mucho tiempo fueron desechados por Dios, Lo que en una oportunidad escuche a uno mismo de estos llamar "Icabod: el Señor se ha apartado" (1 Samuel 4:21).
Muchos de estos están metidos hasta el cuello en sus transgresiones hasta el punto en que ven imposible volverse del camino malvado que han transitado desde el púlpito y sus casas, están tan llenos de arrogancia que carecen de un espíritu enseñable. 
Cuando evalúan su situación optan por no obedecer y se van como el joven rico, tristes porque es muy alto el precio de la restauración. Se olvidaron hace tiempo de que el ministerio no es un juego.
Mire algunas evidencias y compare.
Oseas 4:6 
Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento. Por cuanto desechaste el conocimiento, yo te echaré del sacerdocio; y porque olvidaste la ley de tu Dios, también yo me olvidaré de tus hijos.

¿Que se observa en este pasaje?
  1. Un Dios muy enojado con alguien.
  2. Una persona revocada porque no cumplió su labor fielmente y ya no le sirve a Dios.
  3. Un pueblo amado que fue destruido por a causa de la negligencia ministerial.
  4. Dios dió un conocimiento completo pero alguien le cortó, lo desechó y hasta lo olvidó.
  5. Las consecuencias del ministro infiel afectan a todos; al pueblo destruido, al ministro desechado, al Señor ofendido, a los hijos olvidados.
  6. La transgresión del negligente sufre las consecuencias en sus generaciones futuras.
  7. ¿No se dan cuenta de que a quien olvidaron fue al mismo hijo de Dios?, al LOGOS DE DIOS (Juan 1:1 ; Juan 1:14 ; 1 Juan 1:1-2 ; Apocalipsis 19:13), y por eso es la sentencia de hijo por hijo.
IMPRESIONANTE...  Icabod en el siglo XXI

¿hay alguna esperanza para estos?

Estoy seguro de que la restauración puede iniciar siempre que exista un arrepentimiento verdadero,  al propio estilo del arrepentimiento de zaqueo; donde se confiesa el pecado y nace una nueva convicción para  volver a la obediencia de la palabra de Dios  sin importar  el costo y reparación de los daños causados por la transgresión. Es lo mas justo y de ello dependen muchas cosas.

Conclusión:
El ministerio no es un juego, no es un pasatiempo, no es por lucro, no es por ganancias personales humanas, no es un patrimonio familiar, no es una posesión personal,  no es para la gloria del hombre.
El ministerio es mas delicado de lo que a veces  observamos.
2 Timoteo 2:15
Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad.

Escrito por: Juan Daniel Pierre.
Osorno -Chile
Oct.17

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